Léeme enTwitter

Estoy en Instagram...

Instagram

jueves, 23 de julio de 2015

EL ACTO ECONÓMICO DEBE SER NETAMENTE HUMANO

EL ACTO ECONÓMICO DEBE SER NETAMENTE HUMANO

Estoy decepcionado con los propósitos de algunas empresas que se muestran engañadizas con los trabajadores, manifestando que dependiendo del cliente al que prestan sus servicios, las condiciones laborales cambian, pero por lo menos no debería ser drásticamente. Aunque para precisar, no creo que debería ser así, porque una empresa tiene y debe mantener sus lineamientos de funcionabilidad y operacionabilidad desde su fundación, creo que en ello influye el fundador, la calidad de personas en fundamental en una compañía de negocios porque son justamente las personas quienes construyen la empresa, y la hacen caminar, y son los estatutos de principios que se hallan dentro de los de fundación los que sostienen a la empresa toda la vida, lo que se puede modificar durante el transcurrir empresarial no debe afectar los principios, tales como la ética, ello debe ser prioritario y se basa en la responsabilidad de mantener un grupo de gente unidos en el lineamiento, gente definida como personas en lo más alto de su significado.

Todo esto digo porque ha peligrado en extremo a futuro mi situación en la empresa con la que debía trabajar desde hoy. Primero me ofrecen un sueldo que me pareció interesante, luego me dijeron que habían otros requerimientos por dicho sueldo, y luego me dan una salida en otra empresa contratante de sus servicios en la que yo tenía que laborar, allí las condiciones de labor eran similares, mayores facilidades de ubicación, pero el sueldo era menor, por último tenía que hacer una hora más en mis funciones por eso del refrigerio, cosa que me dificultaba puesto que lo que más requiero es tiempo para estudiar.

O sea, que por ganar clientes, algunas empresas asumen las condiciones del contratante del servicio, eso no es ético porque forja inprecisiones y dependencia en la empresa, hace surcos permanentes de desniveles, cosa que crea precedentes que al final y poco a poco desestabilizan a la empresa ya desde el nivel personal. Una compañía de negocios debe ser siempre estable en su funcionamiento, que no tiene nada que ver con su mercado, de ello depende su óptimo nivel de permanencia y crecida. He sabido de algunas empresas a las que no se las define como las que acá en Perú se les dice, "chichas", son de otro nivel básicamente basada en la actitud que a su vez se relaciona con la capacidad, ella se relaciona directamente con el don de gente de quienes las conforman, creo que de ello depende el éxito y no de cuántas veces te caigas y de cuántas otras te levantes, no, no de que debas insistir a pesar de lo adverso del día a día. La capacidad personal es un talento muy aparte, de mayor valor que lo que se adquiere en los estudios de escuela, una empresa exitosa no depende únicamente de la inversión y de "las ganas" que se pongan, sino de la visión y el detalle que personas idóneas tengan para dirigir negocios, esa visión se forma desde la niñez y no sólo es por necesidad, se forma y forja por el amor propio, por la seguridad en uno mismo, por el aplomo, el optimismo, la fe, la esperanza y demás. Para citar un ejemplo, observen a las empresas estadounidenses, allí el valor de la persona es mucho más trascendental que todo lo demás. Los lemas y refranes optimistas que describen "las caídas" como pertenencia de un proceso normal y necesario, son falsos, porque las personas tenemos el don de la inteligencia para medir nuestros propósitos, sí, siempre hay adversidades, mas esas son las que todo visionario empresario debe incluir en sus acciones para hacerlas minimizadas, o en todo caso, necesarias por conveniencia de Nación, no de Estado. Pero eso ya es un asunto netamente militar que a veces condiciona la empresa. Como digo, hay lemas y refranes que dicen que luego de las caídas hay que levantarse otras tantas veces como se deba, o como se pueda, ello alienta empíricamente a los mediocres, ninguna persona inteligente acepta que en los negocios el empeño lo es todo, falso, y no es únicamente la inversión, es la actitud general lo que lleva al éxito a una empresa, sólo quienes tienen una capacidad gerencial son los que prevalecen, quienes logran imponer sus condiciones no sólo con el producto ó servicio que ofertan, sino con razones que la preparación, la personalidad y el carisma otorgan. Si las tarifas por el servicio ó por el producto industrial no son de acuerdo con el cliente, ellos serán conformes, sí y sólo sí, se añade el aspecto personal al asunto, ello hace significancia al valor de uno ó de cada uno de los que participan en hacer el contrato. Creo que el éxito de una empresa depende de la calidad de personas que la forman, porque alguien que no posee la capacidad persuasiva para imponer la idea benévola de su servicio ó producto, no llegará al éxito, para ello el carisma corporativo de los trabajadores y la base empresarial relacionada con los principios, son esenciales.

La satisfacción que encuentran los clientes debe significar para el empresario no sólo un triunfo de su compañía, sino una satisfacción personal, allí radica el secreto y el fundamento del negocio, no el lucro en exclusiva, sino el valor humano de la acción del contrato. Buscar el beneficio mutuo es lo que engrandece las actividades humanas. Y es la esencia humana del acto económico en el primer momento en que se iniciaron los negocios en el mundo nuestro, hace miles de años atrás.

César Ignacio.